Alguna vez has comido algo saludable, quizás arroz integral y vegetales hervidos, y te encuentras listo para comer nuevamente a unos pocos minutos luego de haber terminado...es decir te sientes con hambre rápidamente.
Resulta ser que esta falta de satisfacción no es solamente resultado de las pocas calorías consumidas con tu comida, pero también refleja una conexión inconsciente entre lo que piensas de "que es una comida saludable", y tus hormonas responden a esa respuesta. Esta es la línea de búsqueda de un estudio realizado por Alia Crum de la Universidad de Stanford, USA.
En uno de sus estudios Crum presento a un grupo de personas una batida de vainilla a unas les convenció que esta batida era "no fat" o baja en calorías y azucar, es decir una "bebida saludable" y al otro grupo les dijo que la batida tenia tanta azucar como para alimentar a una familia numerosa (bueno, un poco exagerada esa comparación), ella descubrió que las personas que estaban tomando la "batida saludable" (que por supuesto era exactamente igual a la batida "poco saludable"), experimentó una elevación de la Hormona Grelina la cual baja tu metabolismo y estimula tu apetito. Las personas que creyeron que la batida no era saludable por su lado, experimentaron una baja en esta misma hormona, y estos se sintieron aún más satisfechos.
¿Piensa que significa esto para las personas que siempre hacen dieta?.Ellos comen saludable confiando que perderán peso y el su cuerpo empieza a pelear contra eso, acaparando las calorías que estás consumiendo mientras que simultáneamente te dice que necesitas consumir más y más calorías.
¿Piensa que significa esto para las campañas engañosas de las comidas saludables con altas calorías como por ejemplo la comida China?. Las personas presumiendo que estas comidas son más saludables y que llenan menos que otras comidas. Porque las personas "creen que estan llenos o satisfechos, se sentirán que estan llenos o satisfechos". Irónicamente un plato de 600 calorías de vegetales fritos y hervidos "stir fry" pueden llegar a ser peor que una hamburguesa de 600 calorías, porque hasta después de ingerir tu segunda comida tus niveles de la hormona grelina bajaran.
Lo que las personas comen, o cuanto coman, no es un simple resultado de sus decisiones conscientes. Así como Brian Wansink de la Universidad de Cornell ha demostrado en muchos de sus estudios, las personas se sienten influenciadas por su ambiente, el plato donde se sirve, la forma de los vasos, la preparación de la mesa, se sienten influenciadas a comer mas de lo que se considera ideal.
Ahora también aprendemos, por personas como Crum, que la forma en que nuestros cuerpos, "nuestra psicología interna" responde a nuestras comidas depende de lo que creemos de ellas.
"Di adiós a la idea de que el peso de las personas es solamente un resultado de sus libres decisiones"
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